Tu ropa habla más de vos que tus palabras

La 1ra impresión tarda apenas 7 segundos en formarse. Y gran parte de lo que los demás perciben de nosotros no está en lo que decimos, sino en cómo nos presentamos

La vestimenta es una forma de comunicación silenciosa que revela aspectos de nuestra personalidad, de nuestro estado emocional y de nuestra manera de vincularnos con el mundo.

Desde la psicología del color, cada tono transmite mensajes y activa percepciones inconscientes en quienes nos observan:

• Rojo: asociado con la energía, la pasión y el poder. Puede atraer la atención pero también generar sensación de agresividad.
• Azul: transmite calma, confianza y estabilidad. Muy utilizado en ámbitos laborales o académicos para generar credibilidad.
• Verde: vinculado al equilibrio, la naturaleza y la serenidad. Da una impresión de frescura y armonía.
• Negro: comunica autoridad, elegancia y formalidad, pero también puede asociarse con distancia emocional.
• Blanco: representa pureza, simplicidad y transparencia. Da sensación de apertura y honestidad.
• Amarillo: ligado a la creatividad, la alegría y la espontaneidad, aunque en exceso puede percibirse como ansiedad.

Vestirse nunca es un acto neutral. Es una declaración de identidad y, al mismo tiempo, una herramienta de influencia social. Cada textura, cada combinación y cada color se convierte en un mensaje psicológico que puede acercar o alejar, generar confianza o desconfianza, inspirar respeto o cercanía.

La pregunta es: ¿te vestís para mostrar quién sos o para encajar en lo que otros esperan de vos?