PRIMERO:

El mejor momento para adquirir un perfume es a primera hora de la mañana, ya que la glándula pituitaria está más receptiva y sensible, apreciándose mejor la intensidad de las notas que conforman una fragancia.

SEGUNDO:

No aplicar ninguna crema o fragancia sobre la piel antes de probar los perfumes, ya que alterará el aroma de la fragancia mezclándose el conjunto de las fragancias y aromas.

TERCERO:

No probar más de 3 fragancias en el momento de hacer las pruebas, ya que la glándula pituitaria quedará saturada y será confuso el seguir oliendo fragancias por saturación de esta. Aproximadamente, a partir de la tercera fragancia probada, se produce una sobrecarga de las células olfativas,  cuando esto ocurre, la glándula pituitaria no detecta con claridad las notas de la fragancia. Para aliviar este efecto es bueno parar un momento y oler granos de café durante un minuto o dos para luego terminar con el proceso donde lo habías dejado. Este sistema lo usan en buenas perfumerías.

CUARTO:

No oler el perfume directamente del frasco, ya que el primer impacto será desagradable por la bocanada de alcohol en evaporación que entrará en nuestra pituitaria quedando esta saturada durante más de diez minutos. Además de esto, no detectararemos la escala de notas de la fragancia adecuadamente, para eso las perfumerías disponen de tiras de papel secante donde colocar un par de pulverizaciones a unos 20 cm, espera unos segundos y proba la fragancia oliendo de la tira de papel.

QUINTO:

No comprar una fragancia simplemente porque te guste como huele en otra persona. Cada persona tiene un Ph y una química diferentes pudiendo variar ciertas notas de la fragancia,  así como la duración de esta. Lo mejor es que antes de comprar probes la fragancia en tu piel y comprobar si te gusta.